Los 10 mejores chocolates belgas

El mundo del chocolate es un universo muy amplio, pero también muy rico, donde se codean muchas figuras emblemáticas. Bélgica es muy reconocida en este campo y se ha establecido como la cuna del chocolate. Es el hogar de tantos grandes nombres como de formas de concebir y pensar en esta delicia. Este conocimiento único sitúa al chocolate belga entre los mejores del mundo.

Bélgica ofrece una experiencia de degustación increible, impulsada por talleres y creaciones de todo tipo, cada una más original que la anterior. Vamos, que ser fanático del chocolate y estar en Bélgica es como un niño en una juguetería: es el paraíso. La calidad de sus chocolates hace que este pais sea uno de los mayores productores en este sector. 9 de cada 10 belgas dicen que el chocolate debe ser consumido todos los días, sin esperar a ninguna ocasión en particular.

¿Cuál es el mejor chocolate belga?

Cuando hablas con algún experto sobre chocolate, puedes apostar que Bélgica le vendrá a la mente desde el primer momento. Pero entre los muchos chocolateros belgas, ¿cuál elegir? ¿Son todos iguales? ¿Cuáles son sus historias? Divididos entre la tradición y la modernidad, aquí te dejo los 10 mejores chocolateros belgas, que podrás encuentrar por todas partes en el Pais, y a veces incluso más allá de sus fronteras.

Belvas

Es uno de los primeros fabricantes de chocolate ecológico en el norte de Europa. El exquisito chocolate de Belvas es especial por ser 100% ecológico, provienen del comercio justo, son sin gluten e incluso sin azúcar. Sin embargo, no te dejes engañar por los ingredientes saludables, es tan bueno como cualquier otro chocolate. El logotipo de Belvas muestra dos manos que se sostienen entre sí, simbolizando la cooperación entre el norte y el sur de Bélgica. La compañía fue creada en 2005, cuando Belvas compró la chocolatera original Devas y transformó la compañía en la marca que conocemos hoy.

Wittamer

La familia Wittamer fue la primera en abrir una “panadería moderna” en Sablon, Bruselas, hace casi 100 años. Wittamer recibió el título de poseedor del certificado de la Orden Real de Bélgica, porque los propietarios de la tienda diseñaron y crearon el pastel de bodas para el Rey Felipe y la Reina Matilde de Bélgica. Se podría decir que fue su “gran oportunidad”, ya que a partir de entonces, su marca se hizo famosa en todo el mundo. Wittamer es recordado constantemente por atreverse a explorar nuevos sabores creativos.

Zaäbar

Conocido por sus encantadores aromas y sabores. Zaäbar utiliza los mejores ingredientes para realizar sus creaciones de chocolate, que han adquirido renombre internacional. Especias exóticas, hierbas, flores y frutas se utilizan para crear ricos y exquisitos chocolates belgas. Los sabores únicos hacen que cada bocado sea un escape de la vida cotidiana, y hay un buen número de variedades tentadoras para probar.

Mary

Mary Delluc se trasladó a Bruselas en 1919 y con sus exquisitas recetas demostró ser una chocolatera de gran calidad creando un legado que la ayudó a destacarse en el mundo del chocolate. Fue la primera mujer en ser pionera del chocolate belga y estaba decidida a cambiar la forma en que la gente usaba inicialmente el manjar, convirtiéndolo de una medicina a un producto de lujo. En 1942, la chocolatera Mary fue honrada con la Orden Real Belga por el Rey Leopold II. Es una de las cuatro chocolateras de Bélgica que ha obtenido este privilegio.

Neuhaus

Hace más de 150 años, un boticario llamado Jean Neuhaus comenzó a cubrir sus medicinas con chocolate para enmascarar su desagradable sabor. En 1912, Neuhaus inventó el bombón belga (praline), que se convirtió en una de las formas más deliciosas y populares de chocolate. El bombón consiste principalmente en un recubrimiento de chocolate duro con un relleno más suave. Hoy en día, todavía se pueden disfrutar de los bombones hechos según la receta original. Si deseas visitar la tienda original que abrió en 1857, puedes encontrarla aún en las Galeries Royale Saint-Hubert en el centro de Bruselas.

Godiva

Godiva se ha convertido en un gran fabricante a nivel mundial, pero la marca comenzó con una pequeña tienda en la Grand Place en 1926. Abierto por Joseph Draps, eligió el nombre “Godiva” basado en la leyenda inglesa de Lady Godiva, una historia que se remonta al menos al siglo XIII y que detalla cómo la mujer solía montar su caballo por las calles de Coventry para protestar por los altos impuestos de su marido. Godiva emplea a numerosos chefs que usan su experiencia para crear sólo las mejores obras maestras con los mejores ingredientes. La primera tienda fuera de Bélgica se abrió en París, en la calle Saint-Honoré, y, tras ganar cada vez más reconocimiento, llegó a los Estados Unidos en 1966.

Côte d’Or

Charles Neuhaus registró por primera vez la marca Côte d’Or en 1883. El nombre de la marca se inspiró en el país que ahora es Ghana, la principal fuente de cacao en grano de la empresa. Los chocolates que se producen hoy en día son muy populares y se pueden encontrar en los supermercados y en las tiendas especializadas en chocolate. El emblema de Côte d’Or muestra sus raíces africanas y se basa en un sello de Ghana con iconos que representan un elefante, una palmera y pirámides. Côte d’Or es conocida por la gran variedad de chocolates disponibles, como Chokotoff, Bouchées, 86% Dark Raw, Milk Chocolate, Dark Chocolate, Dark 70% Cocoa with Caramelized Cocoa Bean Splits, Milk Chocolate with Hazelnuts y Milk Intense Mignonnettes.

Pierre Marcolini

Esta Maison de Haute Chocolaterie fue creada en 1995 en Bruselas. Pierre Marcolini es uno de los más famosos chocolateros de Bélgica, con un establecimientos en Bélgica, Londres, París y Japón. Lo que hace su trabajo tan especial es que compra granos de cacao sin procesar, directamente de los mejores productores locales y los transforma en chocolate en su propio taller. Cree que tomar el increíble chocolate es como beber un buen vino, por eso el origen de los granos de cacao es tan importante. Los precios pueden ser altos, pero el chocolate vale la pena.

Galler

Jean Galler empezó a trabajar en la confitería de su abuelo en los años 30, lo que inspiró su pasión por crear postres. A los 16 años, Galler comenzó lentamente a experimentar, probando nuevas cosas y elaborando nuevas creaciones de chocolate. Para profundizar sus conocimientos, estudió en Basilea (Suiza), luego en París, y finalmente, a la edad de 21 años, hizo realidad su sueño. Abrió su propia fábrica de chocolate en Lieja. Uno de sus artículos más demandado de Galler son sus barras de chocolate. Se venden en paquetes y vienen en 22 sabores diferentes.

Leonidas

Durante más de 100 años, Leonidas ha estado distribuyendo sus chocolates cuidadosamente elaborados, y ofrece un surtido de más de 100 variedades en tiendas de todo el mundo. Leonidas ofrece un amplio y exclusivo surtido de chocolate belga, bombónes, trufas, cáscara de naranja y mazapán. La característica especial de los chocolates Leonidas es que usan mantequilla de cacao pura para el recubrimiento e ingredientes 100% naturales.

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