Leonidas

Una historia familiar alrededor del bombón

Emigrado a los Estados Unidos, Leonidas Kestekides participó en 1910 en la Exposición Universal de Bruselas con la delegación griega, su país de origen. Bajo su propio nombre, presentó sus creaciones de repostería y pastelería, que tuvieron un gran éxito: Leonidas fue galardonado con la medalla de bronce.

Fascinado por una joven bruselense, Joanna Emelia Teerlinck, Leonidas decide establecerse permanentemente en Bélgica y se casa con su bella esposa. En 1913, fueron juntos a la Exposición Universal e Internacional de Gante, donde exhibieron sus nuevas recetas de confitería, dulces y otras delicias. Leonidas recibe una medalla de oro y un diploma conmemorativo en reconocimiento de su talento.

El creciente éxito (Gante, Blankenberge) atrae a la familia griega restante. Se une a él su sobrino Basilio, un artesano trabajador, insaciable creativo pero también apasionado vendedor. Juntos construirán una saga familiar, una verdadera historia de éxito en torno al bombón, a pesar de las dificultades encontradas en el camino (guerras, crisis económicas). En 1935, Basilio registró la marca Leonidas y su logo: un círculo en el que está inscrita la cabeza de un guerrero griego con las palabras Pralines Leonidas. Un emblema fuerte, símbolo de la marca hasta el día de hoy.

La rigidez en la elección de las materias primas es una garantía de calidad. El arte de transformarlos es la sutileza de la alquimia Leonidas. El Manon, el bombón emblemático de Leónidas, fue creado en 1980: el primer bombón de chocolate blanco.

Rellena de una deliciosa crema de mantequilla fresca, coronada con una avellana tostada y recubierta de chocolate blanco, el Manon Leonidas todavía deleita a jóvenes y mayores, junto a otras pequeñas maravillas, de un saber hacer familiar que aún hoy sigue vivo.

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