Godiva

Nacido por el chocolate

Todo comenzó con una historia de amor personal con el chocolate y el sueño de una familia de Bruselas de compartir su pasión y arte con el mundo.

En 1926, Pierre Draps padre empezó a hacer bombones en su casa de Bruselas, que se convirtió en su taller de chocolate. Tras la muerte de Pierre Draps padre en 1937, su hijo Pierre se convirtió en la fuerza creativa de la compañía. Siguiendo los pasos de su padre, Pierre Jr. perfeccionó sus habilidades y conocimientos, mientras utilizaba su sentido de la innovación para desarrollar nuevas recetas de chocolate exquisito.

El nombre de Godiva fue idea de Joseph Draps, el hermano de Pierre Jr. Su esposa Gaby tenía el pelo tan largo y brillante que su peluquero la apodó «Lady Godiva». Según una leyenda inglesa del siglo XI, Lady Godiva protestó contra los excesivos impuestos que su marido, el señor Leofric, impuso a la población mientras cabalgaba desnuda por las calles de Coventry en su caballo, con su largo pelo cubriendo su cuerpo. Los valores asociados con Lady Godiva (generosidad, pasión, audacia y espíritu innovador) son todavía una fuente de inspiración para House Godiva hoy en día. Incluso su efigie es el símbolo de la marca Godiva.

La familia Draps abrió su primera tienda en 1945 en el Boulevard Léopold II de Bruselas. Tres años más tarde, abrieron la tienda insignia de la marca en la Grand Place de Bruselas.

Las trufas son sin duda los chocolates más emblemáticos de Godiva. Pierre Draps hizo su Truffe Originale en 1946, una intensa mousse de chocolate negro, recubierta en una fina capa de chocolate negro, y luego enrollada en polvo de cacao puro. Esta pieza siempre ha sido un bestseller desde su creación. Al equipo de cocineros de Godiva les encanta encontrar nuevas expresiones de recetas originales. La trufa oscura intensa y la trufa perla oscura son ejemplos de creaciones más recientes.

Pierre Draps falleció en 2012 a la edad de 93 años, dejando tras de sí un formidable legado. Incluso en los últimos años de su vida, Pierre permaneció implicado en su arte, mostrando una memoria impresionante para hacer pequeños ajustes en las recetas de caramelos, cerezas bañadas en chocolate y trufas. En 2007, creó personalmente una nueva gama de chocolates para celebrar la restauración de la boutique insignia original de Godiva en la Grand Place de Bruselas. «Tienes que ser paciente en este negocio», dijo una vez. «Si vas demasiado rápido, las cosas no funcionan. »

Hoy en día, el notable recorrido de Godiva, caracterizado por la pasión, la devoción y un amor inquebrantable por su arte, está siempre señalado por acontecimientos (San Valentín, Navidad, Pascua, …) que dan lugar a creaciones originales empaquetadas en estuches que, desde hace décadas, invitan a los transeúntes, ante encantadores escaparates, a degustar las novedades desarrolladas en el respeto del saber hacer y la tradición de la familia Draps. Desde 1968, Godiva goza de la condición de proveedor patentado de la Corte de Bélgica, lo que constituye un testimonio de una práctica de excelencia.

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