Una elegancia gourmet
Su historia es más reciente pero es, como todas las marcas presentes en la Casa del Chocolate Belga, la perfecta ilustración de la búsqueda de la excelencia y el respeto por el producto. Estamos en 1989 en Bruselas. Un hombre está disfrutando tranquilamente de su expreso en un típico café de la capital. De repente siente un deseo irresistible de chocolate. Con esta idea en mente, decide crear él mismo este famoso cuadrado de chocolate belga de alta calidad, llamado Napolitano. Hechos a mano y envasados en un material natural, nacieron los chocolates Café-Tasse y sus famosos envases de papel kraft. Una mirada ecológica antes que llegara la moda, pero en armonía con la filosofía de la familia Gembler: ingredientes de alta calidad trabajados con respeto a la naturaleza.
A lo largo de los años, Café Tasse ha desarrollado diferentes productos que responden a la misma idea: el complemento esencial de cualquier cata de café para una experiencia de sabor inolvidable. Así es como se crearon las barritas y barras napolitanas (extra negro 77%, negro, leche y café, negro y café), pero también los granos de café recubiertos de chocolate, así como los Santos y Córdoba. Presentados en tubos de cartón kraft, las almendras crujientes recubiertas de chocolate y cacao, las mini-trufas o los mangos recubiertos de chocolate son otros tantos bocados que combinan maravillosamente con una taza de café.
Se dió un paso más con el lanzamiento del cacao en polvo para hacer chocolate para beber que se distibuye a granel o en una sola dosis y se presenta solo o combinado con especias como vainilla, canela, o con naranja, plátano, avellanas, caramelo…
